Hace más o menos 6 años, cuatro mujeres deciden formar una banda de música que recuerde la época alocada de los 60’s: La Luz. Muchos potentes y revoltosos conciertos, así como dos álbumes de estudio después, presentan su tercera producción llamada Floating Features.
Este álbum -y genuinamente la banda- es el fruto del cambio, de una banda madura y con más experiencia, que descrito por ellas mismas su más ambiciosa producción hasta el momento. 35 minutos en canciones cortas pero sustanciosas que contemplan atmósferas de neo-psychedelia, surf music, doo wop y tintes fuertes de blues.
Baterías suaves y sencillas pero muy técnicas, guitarras desinteresadas que no pretenden robarse el show ni pasarle por encima a otros instrumento, teclados hipnóticos con distorsiones psicodélicas para rematar con voces y coros -a cuatro voces- sugerentes, dignos de una escena de un sueño inducido por ácidos en una película de Jodorowsky. Todo esto influenciado por su nuevo hogar, la ciudad de Los Ángeles. Un trabajo meticulosamente creado por cuatro artistas que tienen muy claro su norte y su música.
La portada de este álbum nos sugiere psicodelia, sí, pero también nos da una pequeña insinuación sobre la locación de la banda, el vivir un poco más cerca de algo cálido como California, y que a pesar de contener tantos elementos es un set sencillo y poco ostentoso.
Esperando que su estadía en California sea más que pasajera, miramos hacía un futuro donde la creatividad no se un sueño y se convierta en una fuente de nunca acabar, para que Shana, Marian, Alice y Lena sigan hipnotizándonos con su música.