Para Roberto Lange crecer en Lauderhill, Florida en los años 80, hizo de él un niño ansioso por el ambiente caribeño de su vecindad. Desde niño aprendiendo backspins, headspins y haciendo el gusano con el sonido en pleno auge de 808. Los niños del barrio llevaban retocadas chaquetas de jean con serigrafía hecha por su primo, y cuando llegó el momento de armar la portada de su nuevo sencillo como Helado Negro, le pidió a su hermano para diseñar algo con las mismas letras. Blanco contra negro, reflejando una temática gótica, y tres palabras que hacen una de las declaraciones más llamativas del año: “Young, Latin & Proud”.
Delicadamente Helado negro expone un mensaje desarmante y simple, subrayado por la maravilla de su acompañamiento visual. Captura no sólo el potencial de la soledad como una pequeña persona en este mundo vertiginoso, sino también su emoción tranquila.